CRÓNICA
Fecha: 13
de mayo de 2022
Autor: Franco
Andrés Melgar
LA MOTOBOMBA DE MI PUEBLO
El día 17 de mayo de 1964 se estableció como fundación del
cuerpo de bomberos de Limón Indanza, con el nombre de “Teniente Hugo Ortíz Garcés”.
El sueño se concretó el 21 de octubre del mismo año, y se constituyó con
acuerdo ministerial 2609.
Por orden de la Junta militar de gobierno de aquel entonces,
el Mayor Ordóñez establecido en esta población, señala Segundo Cárdenas Averos,
se debe organizar un grupo de ciudadanos, quienes constituyen esta institución
que comenzó a funcionar en la casa de Don Isaac Orellana Galarza.
Motobomba CB Limón Indanza
Fotografía:
Franco Melgar
Un grupo de ciudadanos fueron los primeros personeros, a
quienes les cupo el orgullo de crear esta organización de servicio ciudadano,
Segundo Cárdenas Averos, Guillermo Alvear, Alfredo Punín Ulloa, Alfonso Molina
Pérez, Jorge Domínguez Rodas, Carlos Izquierdo Sigüenza, Rogelio Molina Pérez,
Luis Prado Torres, Vicente Orellana, David Cando, mismos que conformaron el
Cuerpo de Bomberos “Teniente Hugo Ortíz”.
Limón Indanza se siente orgullosa de contar con un grupo de
legionarios de la casaca roja, el cual siempre ha demostrado heroísmo y entrega
denodada en su lucha contra el fuego.
Más en la entrega abnegada, no pudo con el incendió ocurrido
en una noche oscura del 2 de octubre de 1978, aquella noche en donde hasta la
luna se ocultó para dar paso a las irreverentes llamas cual flagelo siempre
amenazó con destruir la ciudad y consumió toda la zona central.
Más cual ave fénix, la urbe resurgió altiva y progresista de
las cenizas en que la dejaron sumida este incendio que afrontó en su historia.
A raíz de este luctuoso acontecimiento, Carlos Medina
Gallegos, Jefe de la Institución de la época, realiza las gestiones necesarias
para solicitar a través del Comandante Talbot de la ciudad de Cuenca, una
motobomba para la población.
Efectivamente no pasaron nada más que pocas semanas cuando
se recibió el ofrecimiento de este carro cisterna para la sociedad golpeada por
este flagelo reciente.
“Nosotros hicimos la gestión e inmediatamente con el
voluntario, Bolívar Gómez Casanova, nos trasladamos a Guayaquil a hacer la
recepción, en una ceremonia especial de este vehículo moderno para aquella
época”, menciona el ex prefecto de la provincia Morona Santiago.
“Me llevaron porque yo conocía el "manso Guayas"
como también le conocen así dice el "gorilita" Bolo Gómez,
entusiasmado cuando trae a su memoria aquel viaje directo desde Guayaquil hasta
General Plaza, arribando a la madrugada, cruzando la peligrosa vía que une a
los cantones Gualaceo y Limón Indanza, justo en el lugar donde casi no se
observa el fondo del abismo por el sector llamado “Ingamullo”, con el agobio
del viaje atravesando una vía de trocha, y aún a esas horas se despertó la ciudad
atraída por el sonido de una sirena contra incendios.
Esta motobomba fue la atracción de la población servía para
la limpieza de las calles y veredas de Limón, en los desfiles del 12 de
diciembre de cada año era motivo de orgullo su presencia, permaneció bajo la
custodia de un honorable integrante de la institución bomberil, don Leonardo
Molina Pérez.
El maestro Raúl Caldas, era el encargado de su
mantenimiento, reparación y de embellecer a esta joya que sirvió a la población
de Limón Indanza durante muchos años, siendo el centro de atracción cuando
salía con su sirena por la calle Quito en el centro de la urbe.
Y fue hasta el año 1991, cuando se apagó el sonido de la
sirena y el estremecedor sonido del motor de la motobomba que funcionó en
beneficio y embellecimiento de la ciudad.
Actualmente, esta reliquia se exhibe en el parque del barrio
“El Coliseo”, donde es una atracción para el público que transita y visita este
huequito encantado de la Amazonía ecuatoriana.
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