ARTÍCULO DE OPINIÓN

 

Fecha: 19 de junio de 2022

Autor: Franco Andrés Melgar

Opinión

Habitantes de Gualaceo y Limón Indanza, claman por vía.

Las voces apuntan a la construcción del túnel, que debería asumir el Gobierno, en favor de una región abandonada.

Sector  Ingamullo, Luis Yanza trata de pasar el derrumbo y llevar su producto hasta Gualaceo

Fotografía: Franco Melgar

La caída de material rocoso cada vez que llueve, es una constante en Ingamullo 2, en el cantón Gualaceo, vía Gualaceo-Plan de Milagro-Limón Indanza, esto con las consecuencias ya conocidas, como el cierre de la vía y la afectación al río San Francisco, esto último con las implicaciones en el funcionamiento de varios sistemas de agua que sirven a unos 30.000 habitantes.

Pero a muchos parecería resultarles indiferente la suerte que se juegan a diario los ganaderos y habitantes de la zona, como Luiz Yanza, quien a sus 65 años, atravesaba ayer con un tanque de leche al hombro. “Caminé hora y media, es bastante difícil, es un camino bien pendiente y resbaloso, creo que todas las autoridades deben meter la mano y trabajar en minga, pero no hay nada, es un abandono total”, expresó.

En esta semana nuevamente se puso en alerta, pues hubo alto grado de turbiedad en el agua potable, la causa, bajó el material que estaba represado desde el 20 de marzo en el río San Francisco, en la zona de Ingamullo 2, fecha desde la cual también se mantiene cerrada la vía. Inmediatamente se trabajó hasta la tarde en la limpieza del sedimento, para ello se paró la producción, con el riesgo de tener que racionar si se prolongaba la intervención.

En relación a la inclemencia del tiempo y el desatino gestionar de las autoridades, en Limón Indanza y Gualaceo hay miles de personas que claman por la vía para poder comercializar, transportar y trasladarse entre los cantones vecinos que se conectan entre sí.